EL DRAMA DEL AGUA EN CIENEGUILLA - PERU

EL DRAMA DEL AGUA EN CIENEGUILLA

Todo comenzó con la llegada de SEDAPAL a comienzos de este siglo para encargarse de una correcta distribución del tan preciado líquido potable. ¿Quién hizo ese contrato tan descriteriado? Probablemente el mismo municipio distrital.

Para los lectores que no conocen al distrito rural de Cieneguilla y cual era su principal actividad, les diremos que este distrito que se encuentra a unos 25 kilómetros al Este de Lima, se dedicaba principalmente al cultivo de hortalizas, flores y frutales y también crianza de cabras, cerdos, caballos y vacunos para producción de leche.

Como ya lo hemos indicado en otros escritos, Cieneguilla hereda su nombre de las ciénagas que aparecían frecuentemente en el valle una vez que las aguas torrentosas del río desaparecían por cesación de las lluvias en la cordillera negra y de los deshielos ante el inicio de las estaciones de Otoño e Invierno. Muy pocas lagunas alimentan al río Lurín y las existentes son muy chicas. Los nevados en esta zona de la sierra son también muy débiles. Veamos la imagen que nos muestra el Google Earth en Enero del año 2005.

Compare esta imagen con la siguiente que pertenee al nacimiento del río Cañete:

 

El río Cañete, a diferencia del río Lurín, tiene en sus orígenes muchas lagunas grandes, muchos nevados respetables, buenas lluvias de Verano y lagunas o represas a lo largo de su curso en las alturas.
Es importante mencionar aquí que los puquiales, en un gran porcentaje son aguas estancadas con muy pocas posibilidades de recuperación y esto se nota de inmediato al observarlos por la presencia o no de pequeños hilos de agua que siguen la pendiente del valle, así que si hay algún experto de aguas que indica que los puquiales no deberían servir de piscinas a los terratenientes de Cieneguilla y en su lugar “extraer” esta agua para atender a los AA.HH. que mediante invasiones han ocupado las partes altas del mencionado distrito, creemos que comete un error. Decimos esto por que allá por el año 2002 o 2003 hubo un ingeniero de aguas que publicó un artículo al respecto en el diario de Internet EL CONSUMIDOR y eso dio lugar a que publicásemos un artículo en ese mismo diario sobre la crisis de agua que se avecinaba en nuestro distrito.

Al igual que lo hicimos con otros temas, escribimos a diarios, canales de TV, emisoras de radio y congresistas y jamás contestaron una sola letra, con lo cual nos hacían ver de que estaban del otro equipo y no les interesaba la noticia.

Muy pronto SEDAPAL se instaló en el valle de Cieneguilla y comenzó a perforar pozos por diestra y siniestra y poner medidores de agua en cuanto predio encontraban. Como sabían que habían muchos predios con pozos artesanales, no para consumo de agua potable sino para poder regar los campos de cultivo con agua del subsuelo, en los meses de sequía, pretendieron empadronarlos y cobrar una mensualidad fija por el uso de los pozos. Muy pronto cayeron incautos que permitieron la visita a sus pozos y la cobranza respectiva a partir de esa fecha. La gran mayoría por supuesto se negó a dejarlos pasar y negó drásticamente la presencia de ellos.

Pero lo curioso de todo esto y que hasta ahora no lo entienden ni los congresistas ni los expertos en agua es que tanto este fluido como el aire que respiramos son indispensables para la vida y su valor debe ser cero. Lo que cuesta es su extracción y su distribución. Cuando hay invasiones de terrenos donde no hay absolutamente una sola gota de agua, el Estado, caso de autorizar la invasión, tendrá como meta la forma de abastecerlos y su costo será elevado principalmente por el coste de transporte y probablemente por el coste de extracción si esto es necesario. Si vemos gente que saca agua del río en baldes o con motobombas, estamos seguros que ninguna autoridad del Estado se acercará a ellos para cobrarles una tarifa por llevarse agua.

Lo que si es importante, es que el Estado deba velar para que no haya abusos con el agua. Cualquier intento de negocio con el agua afectando al resto de usuarios debe ser penado.

La gran mayoría de los dueños de predios del valle de Cieneguilla, construyeron sus pozos artesanales con una misión principal: el cultivo durante los meses de sequía. Nos preguntaremos ahora - ¿Adónde se iba esa agua? Pues regresaba al subsuelo del mismo predio y podríamos demostrar a los señores de SEDAPAL que esa agua no se perdía como aquella del sistema de desague de Sedapal. Esa es por tanto  una razón de peso para que SEDAPAL, bajo sus leyes descriteriadas, de cobrar por ese "consumo" por que el agua se devolvía y lo que le costaba al dueño del pozo era la extracción y el trabajo de riego. Es conveniente indicar aquí que los puquiales, por esa misma razón, se mantenían a lo largo de todo el año.

Por eso es que mientras los señores de SEDAPAL no se aparecieron para hacer negocio por el distrito de Cieneguilla, paradójicamente llamado ecológico, el agua jamás escaseó en nuestro distrito y estuvo lleno de humedales que le daban vida también a la fauna y flora silvestre del lugar.

Vemos pues que los pozos artesanales del distrito de Cieneguilla debieran estar bajo el control de la Junta de Usuarios y las Comisiónes de Regantes puesto que esta es la misión principal de ellos: el riego. Estas asociaciones deberían tener como meta la protección de la napa freática del valle y observar continuamente los niveles de agua de los pozos para que no disminuyan y solamente esto ocurra como consecuencia de la sequía mas no como producto de una extracción abusiva como ahora está haciendo la empresa SEDAPAL, distribuyendo en camiones agua fuera del valle.

La misión principal de una empresa como SEDAPAL debe ser la de represar el agua del río en algún lugar adecuado para que ésta no se desperdicie yéndose al mar con un mínimo de captación en los meses de Verano. La extracción subterránea debe ser un recurso alterno.